Si bien, algunos materiales estructurales y de construcción es difícil que se quemen, su resistencia se reduce notablemente ante la presencia del fuego o del calor extremo. El acero es un excelente conductor de calor, de tal manera que algunos elementos estructurales sin la protección adecuada, pueden transmitir el suficiente calor provocando que alguna estructura llegue a fallar.
Es sabido que existen algunos aceros resistentes a la corrosión, o mejor dicho, la oxidación es parte del recubrimiento para frenar la corrosión.
Estos aceros son de especial aplicación para la industria de la construcción, los aceros más comunes no cuentan con este tipo de tratamiento, por lo que hay que darle el debido recubrimiento según su uso para garantizar el buen comportamiento y vida útil de la estructura.
¿Por qué es importante proteger al acero del fuego si éste no se quema?
Es la pregunta que muchas personas hacen. La respuesta está que, en temperaturas superiores a los 550 °C, el acero, dentro de un ambiente de temperatura homogénea y por debajo de su carga total comenzará a perder su margen de seguridad.
Es por ello que con el fin de retardar la acción del fuego, los componentes del acero generalmente son protegidos con productos que disminuirán la velocidad con la que puedan calentarse. Además de esta función, los productos deben ser resistentes a la abrasión causada por los gases calientes y a la acción directa de la llama.
Las secciones más pesadas requieren, de manera general, menos protecciones que las secciones más ligeras para atacar el mismo nivel de seguridad cuando están expuestos al mismo tipo de incendio, es así que a continuación hablaremos de cómo proteger estas estructuras.
Dentro de los sistemas de protección de las Estructuras Metálicas existen distintas formas de protección de las superficies indicadas para atenuar el efecto del calor sobre el material.
Pinturas Intumescentes
Las pinturas intumescentes permiten que los elementos metálicos queden expuestos, y así generan flexibilidad al proyecto arquitectónico. Además, son pinturas inertes a temperaturas ambiente pero que reaccionan cuando se exponen a temperaturas superiores a 200 ºC. Lo realmente importante es que a esa temperatura se hincha y forma una espuma aislante de baja conductividad térmica.
La pintura intumescente evita que el perfil metálico alcance temperaturas críticas que comprometan su estabilidad estructural.
Morteros ignífugos
La mayoría de las estructuras de acero, que reciben protección pasiva contra incendios usan morteros con base de yeso o cemento.
Los morteros ignífugos desarrollan una capa de espesor de entre 1 a 5 cm (en función de la resistencia requerida).
Se usan en estructuras que se encuentran ocultas, como vigas o columnas; y, se aplican con equipamientos de proyección neumática. Además, contienen minerales como la perlita o la vermiculita, que aportan un elevado aislamiento térmico.
Placas Rígidas de Revestimiento
Este tipo de protección se basa en paneles de silicato cálcico; son livianos y fácil de manejar, además permiten crear alojamientos en su interior donde queda el perfil.
El espesor y la cantidad de capas de los paneles determinan el tiempo de estabilidad al calor de las llamas.
El tiempo máximo comprobado se encuentra alrededor de las 3 horas de exposición al fuego.
En Sylpyl encontrará una línea especifica de barreras contras fuego que cuenta con certificación bajo la Norma UL 1709, ASTM E-119/UL 263, BS ISO 22899, ISO 834, ISO 20340, Norsok M-501 y BS 476 Pt 20.